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Servidores NAS: qué son, cómo funcionan y qué puedes hacer con ellos.

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En Ecomputer León damos mucha importancia a las copias de seguridad, tanto a nivel doméstico como empresarial.

Es pan nuestro de casi cada día tratar con clientes que acuden a nosotros con discos duros externos que no funcionan, ordenadores que no arrancan, pendrives o memorias externas con toda la información perdida, móviles a las que no se puede acceder por roturas, por no hablar de empresas víctimas de ataques de ransomware o virus que hacen imposible el acceso a información importante.

Normalmente, hasta que no nos ocurre un caso de este tipo, no somos conscientes de la importancia de esas fotos, documentos, datos de empresa etc.. que, cada vez más , acumulamos en nuestros dispositivos.

Para cubrir buena parte de esta necesidad recomendamos sistemas de copia de seguridad lo mas automatizados posibles, y para ello los NAS se han convertido en un dispositivo casi indispensable.

Además, con estos servidores de almacenamiento, cada vez podemos cubrir otras muchas funciones interesantes en nuestros hogares y pymes.

Como siempre os decimos, aparte de esta información que os queremos proponer, estamos a vuestra disposición para tratar de aclarar v vuestras dudas a la hora de adquirir estos dispositivos.

Centrándonos hoy en el mercado doméstico, te vamos a hablar de los dispositivos de almacenamiento conectado en red o servidor NAS. Se trata de un tipo de dispositivo orientado al almacenamiento, y con el que vas a poder crear tu propia nube en casa. Y no sólo eso, porque algunos NAS también te permiten hacer otras cosas como montar servidores web, VPNs o incluso tu propio servicio de streaming con el contenido que tengas en sus discos duros.

Para que entiendas bien este tipo de dispositivo, vamos a intentar explicar de la forma más sencilla posible qué es exactamente un servidor NAS. Para ello, además de una explicación del producto te diremos cómo funciona, y seguiremos explicándote cuáles son sus funcionalidades. Después terminaremos diciéndote en qué cosas tienes que fijarte si estás pensando en comprarte uno.

Qué es un servidor NAS

Nas De QnapNAS de QNAP

Un servidor NAS es un dispositivo de almacenamiento conectado a la red. Su función es la de hacer copias de seguridad de los archivos que tú le indiques en la configuración, tanto los de tu ordenador personal como los de cualquier otro dispositivo móvil, aunque también tiene muchas otras funcionalidades. Lo único que necesitarás es utilizar las diferentes aplicaciones que tiene cada fabricante.

A efectos prácticos la función principal de estos dispositivos es la de actuar como unidad de almacenamiento, haciendo las veces de disco duro externo o permitiéndote crear tu propio almacenamiento en la nube. La diferencia con las nubes de otras empresas es que en este caso los discos duros donde se almacenan tus datos están en tu propia casa, y no en los servidores pertenecientes a la empresa que te presta el almacenamiento.

Un NAS es un ordenador con su propio sistema operativo y que está adaptado para estar todo el día funcionando. En ellos puedes distinguir dos conjuntos de componentes, estando por una parte lo que es el NAS en sí con su RAM, su procesador y toda su circuitería, y por otra parte los discos duros que puedes añadir a sus ranuras. Dependiendo del modelo o el fabricante, estos discos duros pueden venir incluidos cuando los compres o tendrás que comprarlos aparte.

Aunque su principal funcionalidad sea la misma, la de almacenar tus archivos, no tienes que confundir a los NAS con los discos duros externos. Un disco duro externo es simplemente eso, una unidad de almacenamiento que conectas y desconectas, mientras que el NAS funciona más como un ordenador conectado a la red al que puedes acceder desde varios dispositivos, y cuyas funcionalidades puedes ampliar con aplicaciones.

Este tipo de dispositivo puede tener dos perfiles diferentes. Por una parte están los enfocados a los usuarios domésticos, que priman la facilidad de uso por encima de todo, y luego tienes los que están enfocado a las pequeñas y medianas empresas, y que pueden tener una buena cantidad de ranuras para discos duros y posibilidades para configurarlos.

Los usuarios domésticos también tienen varias opciones al configurar su NAS. Por ejemplo, si tienes uno con dos ranuras de disco duro vas a poder elegir entre aprovechar ambos para sumar el mayor almacenamiento posible o hacer que uno copie todo el contenido del otro para tener una doble copia de seguridad con la que reforzar la seguridad frente a averías. Además, como ya hemos dicho, de ampliar las aplicaciones que puedes instalar para añadirle nuevas funcionalidades.

Cómo funciona un NAS doméstico

Discos SynologyDiscos duros de WD, incluyendo su gama RED para NAS.

Aunque existen varias configuraciones posibles, la más generalizada en los NAS domésticos es la de enchufarlos a la toma más cercana y conectarlos directamente a tu router. De esta forma obtendrá conexión directa tanto a la red local (es decir, a otros ordenadores de la red) como a la propia Internet, y no tendrá restricciones a la hora de actualizarse, conectarse a la mayor velocidad posible u ofrecer sus múltiples posibilidades.

Una vez conectado el dispositivo, tendrás que acceder a él desde tu ordenador principal. Esto es fácil porque ambos compartirán la misma conexión, y podrás hacerlo generalmente a través del navegador. También tendrás la posibilidad de instalar aplicaciones en tu ordenador o dispositivos móviles con las que configurar los archivos que quieres copiar en el NAS, algo que generalmente se hará a través de Internet y sin tener que conectarlos con él.

Un NAS también te va a permitir configurar diferentes cuentas de usuario cuando lo utilices como dispositivo en el que hacer copias de seguridad. Gracias a eso, con el coste de un NAS varias personas podrán tener su propia nube para hacer copias de seguridad sin tener que pagar cada uno un servicio diferente. El único límite será el del almacenamiento total, el cuál dependerá de los discos duros o de cuánto le hayas asignado a cada usuario.

Dependiendo del fabricante, te vas a encontrar con algunos NAS que se centran más en hacer la experiencia de usuario lo más sencilla y asequible posible, mientras que otros se centrarán en ofrecer más funciones y aplicaciones de terceros para aumentar su versatilidad. Aun así, por lo general podrás hacer la configuración inicial en apenas 15 y 30 minutos, aunque para el resto de funcionalidades extra todo dependerá del tiempo que quieras invertir en probar sus aplicaciones.

Qué puedes hacer con un NAS

NAS de la empresa Synology

Las posibilidades de un NAS dependen sobre todo de las aplicaciones que puedas instalarle, y como cada fabricante tiene un sistema operativo con su propio ecosistema de apps las funcionalidades pueden variar dependiendo del modelo que compres. Aun así, te vamos a decir algunas de las principales funciones que la mayoría de estos dispositivos te va a ofrecer:

  • Unidad de almacenamiento. Una de las funciones esenciales de un NAS es el de permitirte utilizarlo simplemente como un disco duro al que subir todos los archivos que quieras. La diferencia es que este disco duro no tendrás que ir conectándolo al ordenador siempre que lo quieras utilizar.
  • Crear tu propia nube. Es otra de las funciones principales de los NAS, la de configurar copias de seguridad de varios dispositivos para que actúen como si fueran tu propia nube privada. Con ello, podrás sincronizar copias de seguridad de determinados archivos en varios dispositivos, pudiendo acceder desde cualquiera de ellos.
  • Descargas P2P. Algunos modelos de NAS tienen clientes de torrent o derivados de eMule, de manera que puedes utilizarlos para descargar archivos. Viene a ser como lo puedes hacer en tu ordenador, sólo que enviando las descargas a los discos duros del NAS, que como seguramente tenga más almacenamiento que tu PC podrás hacer una gran cantidad de descargas.
  • Centro multimedia. Los principales NAS también tienen aplicaciones como Plex, las cuales permiten convertir el dispositivo en un centro multimedia. Con estas apps, puedes reproducir el contenido que tienes en sus discos duros en un televisor u otros dispositivos, pudiéndote montar tu propio servicio de streaming.
  • Servidor web. También vas a tener la posibilidad de alojar un servidor al que subir una web, pudiendo utilizar tecnologías como PHP o SQL para que puedas subir una que requiera este tipo de servicios. Como un NAS vas a tenerlo casi siempre encendido, la web estará operativa junto a él, y no tendrás que gastar dinero en servidores de terceros.
  • Servidor FTP para compartir archivos. La configuración de FTP que le puedes añadir a un NAS te permitirá compartir carpetas específicas con ciertos usuarios, o permitir el acceso anónimo a ellas.
  • Tu propio VPN. También hay algunos NAS que tienen aplicaciones que te permitirán montar una VPN o red privada virtual. Con un cliente VPN vas a poder, por ejemplo, conectarte como si estuvieras en otro país o enmascarar la IP de tu ordenador para que tu navegación sea más privada.

Qué mirar cuando vas a comprar un NAS

Sistema Operativo De QnapAsí es el sistema operativo del fabricante QNAP

Si todo lo que puedes hacer con uno de estos NAS te ha convencido y quieres comprar uno, vas a tener que fijarte en algunas características, desde su procesador y memoria RAM hasta la cantidad de bahías que tiene, pasando por su sistema operativo, o si incluye discos duros o tienes que comprarlos a parte. Por eso, aquí tienes unos apuntes sobre algunas de las cosas que tienes que tener en cuenta cuando vas a elegir un NAS.

El procesador y memoria RAM del propio NAS

Un NAS no deja de ser un ordenador, por lo que es importante tener en cuenta su procesador y la memoria RAM. No vas a necesitar tanto como un PC con el que mover juegos, eso es verdad, pero es esencial escoger uno con el procesador lo suficientemente potente como para rendir sin problemas, así como una memoria RAM que le aporte velocidad que evite que vaya demasiado lento.

En cuanto al mínimo de RAM y procesador que puedes comprar, esto depende del uso que le vayas a dar. Si sólo lo quieres para almacenar y gestionar copias de seguridad desde el propio ordenador no vas a necesitar prestarle demasiada atención, ya que los NAS siempre tendrán el mínimo necesario para ello. Pero si quieres utilizarlo para reproducir contenido en tu casa o gestionar los archivos de forma remota, vas a necesitar uno más potente.

En líneas generales, para un uso normal del NAS como dispositivo multimedia, reproduciendo contenido en HD, es suficiente con 1 GB de RAM. Pero si vas a utilizarlo exclusivamente como reproductor, y sobre todo cuando tengas pensado ir a grandes resoluciones de vídeo, entonces quizá sea mejor que busques directamente como mínimo 2 GB de memoria RAM.

Cantidad de bahías y de almacenamiento total

La cantidad de almacenamiento del que quieres disponer también es importante, y por ello, antes de comprar un NAS tienes que pensar en para qué lo vas a utilizar, la cantidad de archivos que vas a acumular y el espacio que van a ocupar. A cada NAS se le puede montar un almacenamiento máximo en discos duros, como 2 TB, 4TB, 8 TB, 16 TB, 32 TB… piensa en lo que necesitas.

A las ranuras que tiene el NAS para los discos duros se les llama bahías, y también es importante decidir cuántas quieres tener. Para usuarios domésticos convencionales suele haber modelos de una y dos bahías, aunque también hay dispositivos más avanzados con más de ellas. Aquí piensa en cuantos más discos duros más capacidad de almacenamiento tendrás, pero también necesitarás aumentar las especificaciones como el procesador y la RAM.

Por lo tanto, para elegir bien tienes que preguntarte cuánto almacenamiento total quieres tener y cuántos discos duros vas a utilizar para conseguirlo. También piensa si te vas a conformar con sumar el almacenamiento de estos discos o si quieres que uno haga de espejo para hacer una copia de seguridad extra. Y por último, a la hora de valorar el precio mira si el NAS que vas a comprar tiene discos duros incluidos o si necesitas comprar otros aparte.

Sistema operativo y aplicaciones disponibles

Por lo general, cada fabricante cuenta con su propio sistema operativo para sus NAS, por lo que la interfaz y tu experiencia a la hora de moverte por sus menús y configuraciones dependerá en gran medida de la marca por la que apuestes. En este aspecto, hay marcas que apuestan más por la versatilidad de un buen ecosistema de aplicaciones, mientras que otras se conforman con simplificar al máximo la experiencia para que cualquiera pueda utilizar su producto.

La idea aquí es la misma que con el resto de elementos, pensar en el uso que le quieres dar al NAS y luego ir informándote de si determinadas marcas ofrecen la posibilidad de hacer lo que quieres y cómo lo hacen. Por ejemplo, si quieres hacer de reproductor multimedia con aplicaciones como Plex, tienes que mirar si el NAS que vas a comprar tiene esa aplicación.

Por eso, lo recomendable es que pienses qué quieres, que entres en las páginas de fabricantes como SynologyWD o QNAP y veas las aplicaciones disponibles, y a partir de ver qué repertorios se adaptan mejor a ti tomar una decisión.

La importancia de los discos que vayas a ponerle

De nada sirve tener el NAS más potente del mercado si los discos que tiene en su interior no rinden a la medida. Algunos NAS vienen directamente con discos duros en el interior, pero en la mayoría de ocasiones deberás ser tú quien los compre por separado. Es básico fijarse no tanto en la capacidad como en la velocidad de lectura y escritura.

En el mercado actual quien mejores discos duros ofrece para dispositivos NAS es Western Digital con su gama Red. Son discos duros preparados para rendir correctamente en dispositivos NAS y seguramente la mejor elección. Pero aún así, es recomendable informarte sobre los diferentes modelos de cada fabricante.

Ya sólo te queda encontrar uno a tu gusto

Y si tras haber leído esta pequeña guía de iniciación decides comprarte un servidor NAS, ya sólo te queda comprar uno que se adapte a tu presupuesto y necesidades. Para ello, ten en cuenta todos los aspectos que te hemos ido mencionando, incluyendo el hecho de que si el que más te gusta no tiene discos duros integrados vas a tener que sumar su coste al total.

Para encontrar uno a tu medida te recomendamos  que te pongas en contacto con nosotros y buscaremos, con mucho gusto, el modelo que mejor se adapte a tus necesidades.

Os adjuntamos, además, este artículo de Xataka, en el que un redactor de esta web nos cuenta su experiencia personal con uno de estos dispositivos en el día a día (yo suscribo casi todo lo que nos cuenta, ya que no podría estar más contento con el Synology DS918+ que tengo en mi casa)


Poner un NAS en casa ha sido una de las mejores decisiones tecnológicas que he tomado en toda mi vida

 

Hay cacharros que le cambian a uno la vida (un poquito). El pelapatatas o el sensor de proximidad trasero de los coches, sin ir más lejos. De todos los que han ido llegando a mi vida, hay uno que los barre a todos del mapa.

Se trata del NAS que compré en 2012 y que se ha convertido en parte fundamental de todo el trabajo y el ocio en nuestro hogar. Si no los conoces, atento, porque estos discos duros en red son un absoluto prodigio que te harán preguntarte de eso de “¿cómo he podido vivir sin él?”. O casi.

Tu nube privada

Lo contaba entonces en mi otro blog: había estado haciendo experimentos con una Raspberry Pi como servidor de descargas pero aquello no acababa de ir fino.

Syno2

A esas alturas había leído y escrito bastante sobre esos discos duros en red conocidos como NAS (Network Attached Storage), pero nunca había tenido la oportunidad de probar ninguno, así que me lancé a la aventura y me compré uno.

Lo cierto es que el producto parecía casi hecho pensando en mí. No me gusta depender de servicios de terceros en la nube y quería tener un producto que estuviese siempre disponible y siempre conectado para poder copiar datos desde él y en él con cualquiera de mis PCs y portátiles.

Un NAS es precisamente eso: un dispositivo que siempre está ahí para ti, tanto si estás en casa como si estás fuera de ella —aunque eso, como comentaré más adelante, tiene su aquel—.

Un NAS es tu nube particular, y de hecho el nombre de este tipo de productos es desafortunado: son mucho más que discos en red, porque además de almacenar todo tipo de contenidos pueden actuar como servidores de descarga, de desarrollo, de correo, multimedia, VPN, servidor web, de chat, etc.

Esto no va solo de guardar archivos

Yo opté en aquel momento por un Synology DS212j de dos bahías —hoy en día la opción sería el DS220j—, en cada una de las cuales conecté un disco duro SATA de 3,5 pulgadas y 2 TB. Tener 4 TB de almacenamiento en red era entonces una maravilla, y hoy esos discos siguen aguantando el tirón aunque eso sí, suelo tener más del 90% de la capacidad del NAS ocupada.

Dsm1Synology ofrece un buen montón de paquetes oficiales para aprovechar el NAS de diversos modos. Hay también otras alternativas para instalar software que no está directamente ofrecido vía Synology.

Puedes montarte tu propia alternativa a Gmail, a Dropbox, a Google Photo, a Netflix, o crear y hospedar allí sitios web que luego puedes hacer públicos y que pueden estar basados en plataformas como Magento, WordPress o Drupal.

La mayoría de fabricantes de NAS ofrecen sus propias tiendas de aplicaciones para estos dispositivos de modo que puedas instalar esos paquetes y utilizarlos para proporcionar los servicios que más se ajustan a tus necesidades.

En mi caso el uso ha sido relativamente discreto: uso mi NAS como centro del almacenamiento de toda la casa, no solo de copias de seguridad de datos que ya tenemos en otros equipos, sino como destino de muchos datos con los que trabajo a diario. Utilizo servicios como Dropbox o Google Drive para temas puntuales y para trabajar con documentos de Google Docs, por ejemplo, pero el NAS es absoluto protagonista en ese flujo de trabajo.

Por supuesto el otro gran apartado en el que el NAS es protagonista es en el entretenimiento: las películas que tenía en DVD y la música que tenía en CD y que he ido adquiriendo en formato digital han acabado en ese disco duro en red.

Es una tarea algo pesada al principio, pero desde luego la comodidad que aporta después es espectacular: el NAS, insisto, siempre está disponible para que podamos acceder a esos contenidos por ejemplo desde el pequeño miniPC conectado a la tele con Kodi que tenemos en el salón.

¿Google Photos e iCloud? Nahhh

Lo mismo ocurre con las fotos: aunque reconozco que servicios como Google Photos para móviles Android o iCloud para los iPhone tienen muchas ventajas y eso los ha convertido en la norma para los usuarios, yo prefiero no usar dichos servicios.

Dsphotostation

Utilizo varias copias de seguridad en discos duros locales y externos (que tengo en casa de familiares, por ejemplo), y por supuesto tengo todo centralizado en el NAS, donde se van sincronizando las fotos del móvil con una aplicación oficial llamada DS Photo Station, en la cual se incluye un sistema de backup que puedo controlar al detalle y que libera espacio en el móvil si lo necesito.

Evidentemente los servicios de Google o Apple (hay otras alternativas, por supuesto) hacen trabajo extra de organizar fotos de forma sencilla, crean vídeos automáticos a partir de las fotos de un viaje o un evento y permiten acceder a búsquedas avanzadas.

Eso no lo tenemos por defecto en el NAS, pero es posible acceder a alguna de esas características si el usuario está dispuesto a dedicarle algo de tiempo al tema. Diversos gestores de fotos premiten por ejemplo aplicar reconocimiento facial para búsqueda de fotos de una persona, aunque la organización de lugares o eventos suele correr a cargo del usuario.

Yo, por ejemplo, voy creando carpetas que agrupan las fotos de esos viajes o eventos, marco como favoritas o etiqueto aquellas que quiero tener más localizadas. Es un tema que lleva tiempo, pero me permite revisitar esas fotos —algo que de otro modo no haría tanto— y volver a disfrutar de esos recuerdos para luego tenerlos incluso más al alcance.

Accediendo al NAS desde fuera de casa (con precaución)

En mi caso el NAS está limitado a nuestra red doméstica: podemos acceder a él desde cualquier dispositivo siempre y cuando ese dispositivo esté conectado por cable o Wifi a la red de casa. Si no es así, el acceso no existe.

Maxresdefault

Esa era la idea desde el principio: prefiero no exponer el NAS al exterior aunque es algo perfectamente posible y de hecho en este caso es especialmente sencillo con otra de las opciones nativas del dispositivo llamada “QuickConnect”. Hay algunas más, por supuesto, pero esa es especialmente accesible para los usuarios que no se quieran complicar la vida.

Eso hace que puedas crear un ID para el dispositivo y acceder al NAS desde cualquier parte del mundo con una conexión a internet. Basta con usar el navegador y una URL del tipo “http://quickconnect.to/tuID” para acceder a la interfaz del NAS como si estuvieras en casa.

La recomendación de algunos usuarios es la de no exponer un NAS al exterior: esto no es más que un pequeño PC con su propio sistema operativo —normalmente alguna variante de una distribución Linux—, pero los fabricantes no actualizan sus plataformas con la misma celeridad con la que lo hacen quienes desarrollan las distribuciones Linux en las que se basan.

Eso hace que salvo una necesidad clara quizás sea mejor no aprovechar esa función que nos obligaría a estar muy atentos a las tareas de administración y actualización del NAS para evitar que atacantes externos puedan lograr acceso al NAS y, con él, al resto de la red doméstica al que está conectado este dispositivo.

Puedes comprarlo o montártelo tú mismo

Hay muchas buenas razones para hacerse con un NAS: son muy sencillos de usar, hacen que estemos muy tranquilos con la seguridad de nuestras copias de seguridad (y si usamos configuraciones RAID, más) y nos permiten tener acceso a servicios locales muy cómodos de usar.

Nas2Este usuario se imprimió en 3D una caja en la que conectó una Raspberry Pi a dos unidades de disco duro. El aspecto exterior desde luego es convincente: esto es un NAS artesanal pero con un encanto especial.

Lo normal es que a la hora de buscar una de estas soluciones uno vaya a productos ya preparados para esta función. Hay muchas y muy buenas opciones de fabricantes como Synology, QNAP, Seagate, Western Digital o Buffalo, por ejemplo, y cada uno ofrece ciertas características que tratan de diferenciarlo del resto.

La otra opción, por supuesto, es montarse uno mismo su propio NAS. La opción más conocida sin lugar a dudas es FreeNAS, aunque hay alternativas destacables como OpenMediaVault.

Básicamente lo que se hace aquí es montar un PC normal y corriente en el que, eso sí, el procesador o la memoria son de gama de entrada porque no se necesita mucho más y se presta especial atención a la conectividad (se recomienda Gigabit Ethernet) y por supuesto al almacenamiento, en el que podemos usar unidades de disco tradicionales o unidades SSD.

Precisamente por esos escasos requisitos hardware montar un NAS es una idea estupenda para reaprovechar ese viejo PC que uno puede tener abandonado en el trastero. Es también una forma estupenda de aprovechar una Raspberry Pi a la que simplemente le conectaríamos una unidad externa mediante el puerto USB.

Sea cual sea la opción que elijáis —si es que elegís alguna— estoy convencido de que ese NAS os sorprenderá como lo hizo y sigue haciéndolo en mi caso. He probado y comprado muchos productos tecnológicos en los últimos años, pero mi NAS se ha convertido, con diferencia, en uno de mis preferidos ¿no os pasa lo mismo?